Los 18 puntos de fe y su historia.

La historia de los 18 puntos de fe en la Doctrina Apostólica 

Este artículo ha sido escrito por el pastor: J. Samuel Castillo E., y forma parte del libro "IGLESIA APOSTÓLICA MONTE TABOR... NUESTRA HISTORIA" (escrito para el departamento de educación cristiana de nuestra amada iglesia) que ha sido escrito con el fin de educar a todos los pastores y aspirantes al ministerio pastoral. Todos los derechos son reservados, se prohíbe el uso sin permiso de esta información. 
Pasta del libro "Iglesia Apostólica Monte Tabor... Nuestra Historia" 
escrito por el pastor J. Samuel Castillo E. 
Para el uso del departamento de Educación Cristiana 
de nuestra amada iglesia.

Nuestra Constitución (reglamento interno)

El evangelio apostólico es una continuación del mensaje de los apóstoles, y como a un inicio dijimos, el orden apostólico según lo conocemos hoy (no como doctrina sino como organización) inició en 1930, si bien su existencia como iglesia en América es más anterior, fue en la década de los 30, del siglo XX” que el segundo obispo de la primera iglesia unicitaria de habla hispana en el norte de nuestro continente americano, Antonio Castañeda Navas se propusiera que la Asamblea Apostólica fuera una organización legal según las leyes de los Estados Unidos de América. Esto fue un propósito de Dios para la iglesia.

Luego según nos cuenta el escritor del libro “mis memorias” obispo José Ortega, se comenzó la formación de la constitución de la iglesia; hay que tomar en cuenta que la iglesia se refiere a la Asamblea Apostólica de EE.UU y la iglesia Apostólica de México, que hasta 1944 eran una sola organización y que de ese año en adelante serian totalmente autónomas como organización por mutuo acuerdo, aunque eran la misma iglesia en lo doctrinal, así lo explica el hermano Ortega.  

En la página 137 de su libro, nos informa que:

“...Desde 1938 veníamos afinando los puntos doctrinales en que siempre coincidimos”[1]

Y nos dice también, en el mismo párrafo, que en 1944 “le dieron los toques finales a la constitución de ellos” y en la parte final del subtema nos indica que para 1996 “la constitución que se había hecho aquella fecha aún estaba en vigencia en las dos organizaciones”.

No queremos tampoco pasar por alto que la estructura de la doctrina Apostólica se basa en 18 puntos de fe, los cuales son parte esencial de la constitución. El obispo emérito José A. Ortega nos explica:

Durante la primera convención en diciembre de 1931, tanto el hermano Rivas como yo observamos que algunos de los miembros y ministros no estaban muy firmes en la doctrina...”[2]

Según el Obispo Ortega esta fue la razón por la que se adentraran más al estudio de la doctrina que ya creían. A continuación les dejamos las memorias de este hecho histórico que nos parece importante por la razón de que muchos hablan de doctrina Apostólica y ni siquiera conocen su historia y no queremos que se ignore:

“...A partir de la 2ª Convención General nos preocupamos un poco más en el estudio de la doctrina, de manera que el hermano Rivas y su servidor repasábamos muy a fondo cada uno de los principales puntos de doctrina que ya creíamos y enseñábamos en aquel tiempo... hicimos un pequeño formato de puntos de doctrina, distribuyéndonos su estudio. Al hermano Rivas le toco estudiar La Unidad de Dios, el Bautismo con el Espíritu Santo, la Santidad de la Iglesia, y el Matrimonio. A mí me tocaron los puntos sobre LaDivinidad de Jesucristo, El Bautismo en Agua, La cena y la venida de Cristo. Aquello fue el punto de partida para la elaboración de los 18 puntos doctrinales de nuestra organización que en la actualidad siguen vigentes... Nos pusimos un plazo aproximado de 4 o 5 meses para estudiar los puntos que a cada uno nos correspondía y al término de dicho plazo nos volvimos a reunir para hacernos críticas el uno al otro sobre los temas escritos con sus correspondientes citas bíblicas y explicaciones. Fue una especie de censura mutua con tal de dejar lo más correctamente posible explicado los puntos de doctrina. El hermano Rivas me leyó lo que había escrito y yo lo censure y corregí. Luego yo leí mi parte y él también me corrigió y censuró. Así fue como ampliamos los puntos, basándonos principalmente en lo que la palabra de Dios señala. Todo nuestro afán era coordinar mejor el trabajo para progresar, que ya no hubiera tanta variedad de pensamiento, sino firmeza en la doctrina, que gracias a Dios se logró”[3]

La doctrina Apostólica es fundamentalmente bíblica; pero fue necesario que Dios impulsara a estos varones para que fuera más fácil la conservación de esta fe por generaciones. Estos 18 puntos de fe son la doctrina fundamental de diferentes organizaciones en nuestro país, tales como: la iglesia apostólica de la fe en Cristo Jesús El Salvador, la iglesia Apostólica mexicana en el Salvador, la Iglesia PentecostalUnida etc.

Segunda edición de nuestra constitución. 

Aunque la Iglesia Apostólica Monte Tabor es una organización autónoma en relación a aquellas misiones extranjeras, nuestra doctrina es generalmente la misma y es que en nuestro país El Salvador ninguna iglesia unicitaria tiene una constitución que haya sido producida de su propia facultad, sino que se ha adoptado por afinidad de doctrina la constitución de las iglesias más antiguas, como la Asamblea Apostólica y la Iglesia Apostólica Mexicana que juntas formaron su constitución bajo la cual trabajamos varias iglesias con algunas enmiendas de acuerdo al contexto de realidad nuestro.

Aun siendo así, cuando nosotros decidimos elaborar nuestra constitución nos reunimos y estudiamos punto por punto el texto y lo adaptamos con el propósito de seguir una doctrina y orden constitucional completamente autorizado por la palabra del Señor.

Según el libro de actas folios del 31 al 32, acta N.º 14 y en el punto de agenda número 2, fue para un día lunes 21 de Julio de 2008 que nos reunimos por primera vez para estudiar y comenzar la organización de todo el escrito, y obtuvimos ya impresa nuestra primera constitución en el mes de Marzo de 2009. En la actualidad (Año 2018), después de la primera revisión autorizada por la asamblea, tenemos la segunda edición 2016.



[1] Mis Memorias Copyright © 1998 por José A. Ortega. Pág., 137. Capítulo 10.

[2] Mis Memorias Copyright © 1998 por José A. Ortega. Pág., 72, sub-tema, nuestra primera convención y nuestro primer templo. Capítulo 4.

[3] Mis Memorias Copyright © 1998 por José A. Ortega. Pág., 72, cap. 4. Subtema, Elaboración de los primeros puntos doctrinales.


DOCTRINA Y CREDO DE LA
IGLESIA APOSTOLICA DE LA FE EN CRISTO
JESUS MONTE TABOR.

LA IGLESIA
1.- Creemos que la iglesia de nuestro Señor Jesucristo es una, universal e indivisible, formada por todos los hombres sin distinción de nacionalidad, idioma, color o costumbres, que hayan aceptado a nuestro Señor Jesucristo como su salvador y hayan sido bautizados en el cuerpo por el Espíritu Santo (1 Cor. 12:13). Los vínculos que unen a los miembros de la iglesia son el amor y la fe, y su estandarte o bandera es el nombre de Jesucristo, ante cuyo emblema la iglesia marcha gallardamente, imponente como ejércitos en orden. (Cant. 6:10).

UN SOLO DIOS.
2.- Creemos que hay un solo Dios que se ha manifestado al mundo en distintas formas a través de las edades y que especialmente se ha revelado como padre en la creación del universo. (Gen.1:1; Jn. 1:1-3; Col. 1:16-17). Además que no existe, ni puede existir otro Dios semejante a EL. (Is.43:10-12; 1 Tim. 3:16). También se ha manifestado como hijo en la redención de la humanidad y como Espíritu Santo derramándose en los corazones de los creyentes. Estas tres manifestaciones de Dios, no nos conducen a creer que existen tres dioses, si no uno manifestado en tres formas. Este Dios el creador de todo lo que existe, sea visible o, invisible, eterno, infinito en poder, santo en su naturaleza, atributos y propósitos y poseyendo una divinidad absoluta e invisible, es infinito en su inmensidad, inconcebible en su modo de ser, indescriptible en su esencia; conocido completamente solo por sí mismo, porque una mente infinita solo puede comprenderse por sí misma. No tiene cuerpo ni partes y por tanto está libre de todas las limitaciones. Por lo tanto la iglesia sostiene la fe en la existencia de “Un solo Dios” (Deut.6:4; 1Tim3:16; 2 Cor. 3:17; Jn. 4:24)

JESUCRISTO
3. – creemos que Jesucristo nació milagrosamente del vientre de la virgen María, por obra del Espíritu Santo. (Mt.1:18), y al mismo tiempo es el único y verdadero Dios (Rom. 9:5; 1 Jn. 5:20). Es el mismo Dios del antiguo testamento que tomó forma humana (Is. 60:1-3; Jn. 1:1,14; 1 Tim. 3:16). Creemos que en Jesucristo se mesclaron en una forma perfecta e incomprensible los atributos divinos y la naturaleza humana por parte de María, en cuyo vientre tomó forma de hombre, era humano; por parte del Espíritu Santo, que fue el que lo engendro en María, Era divino; por eso se le llamaba Hijo de Dios e Hijo del hombre; por lo tanto, creemos que Jesucristo es Dios “y que en el habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col. 2:9) y que la biblia da a conocer todos los atributos: Es Padre Eterno, a la ves que es un niño que nos ha nacido (Is. 9:6). Es creador de todo (Col.1:16-17; Is. 45:18), es omnipresente. 3:13; Deut 4:39), hacia maravillas como Dios todo poderoso (Luc. 5:24-26, Sal. 107:29-30). Él es el mismo de ayer, hoy y para siempre (Heb. 13:8; Sal. 102: 27).
4.– Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, prometido por Dios en el Antiguo Testamento y derramado después de la glorificación de Nuestro Señor Jesucristo, que es quien lo envía (Joel 2:28-29 ; Jn.7:37-39 ; 14:16-26 ; Hch. 2:1-4, 16-18).
Creemos, además que la demostración de que una persona haya sido bautizada con El Espíritu Santo son las nuevas lenguas o idiomas en que el creyente puede hablar y que esta señal es también para nuestro tiempo.
Creemos también que el Espíritu Santo es potencia que permite testificar de Cristo (Hch. 1:8) y que sirve para la formación de un carácter cristiano más agradable a Dios (Gal. 5:22-25). El mismo Espíritu da dones a los hombres, que sirven para la edificación de la iglesia (Rom. 12:6-8; 1Cor.12:1-12; Ef. 4:7-13); pero no aceptamos que haya en ningún hombre la facultad de impartir a otro algún don, pues todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu repartiendo a cada uno como él quiere (1Cor.12:11). “y a cada uno es dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Ef.4:7). Todos los miembros de la iglesia apostólica de la fe en Cristo Jesús Monte Tabor deben buscar el
Espíritu Santo y tratar de vivir constantemente en el Espíritu, como lo recomienda (Rom. 8:5-16; Ef. 5:18; Col. 3:5).

EL BAUTISMO EN AGUA.
5. – Creemos en el bautismo en agua, por inmersión y en el Nombre de Jesucristo, el cual debe ser administrado por un ministro ordenado. El bautismo deber ser por inmersión, porque solo así se representa la muerte del hombre al pecado, que debe ser semejante a la muerte de Cristo (Rom. 6:1-5) y en el Nombre de Jesucristo porque ésta es la forma en que los apóstoles y ministros bautizaron en la edad primitiva de la iglesia, según lo prueban las sagradas escrituras (Hch. 2:38; 8:12-16; 10:48; 19:5-6; 22:16).

LA CENA DEL SEÑOR.
6. – Creemos en la práctica literal de la cena del Señor que el mismo instituyo (Mt. 26:26-29; Mr.14:22-25; Luc. 22:15; 1 Cor. 11:23-26). En esta ordenanza se debe usar pan sin levadura que representa el cuerpo sin pecado de Nuestro Señor y vino sin fermentar, que representa la sangre de Cristo, que consumó nuestra redención. El objeto de esta ceremonia es conmemorar la muerte de Nuestro Se-ñor Jesucristo y anunciar el día en que regresara al mundo y al mismo tiempo para dar testimonio de la comunión que existe entre los creyentes, ninguna persona debe participar de este acto si no es miembro fiel de la iglesia y está en plena comunión, pues al hacerlo sin cumplir estas condiciones, no Podrá discernir el cuerpo del Señor (1 Cor. 10:15-17 ; 11:27-28 ; 2 Cor. 13:5). El Señor al terminar de tomar la cena con sus apóstoles celebro un acto que de momento los maravilló y que fue el lavatorio de pies, al terminar este acto, El Maestro explico a sus discípulos el significado y les recomendó que se lavasen los pies los unos a los otros. La iglesia practica este acto en combinación con la Cena del Señor o indistintamente como un acto de humildad y confraternidad cristiana (1 Tim.5:10).

LA RESURRECION DE JESUCRISTO.
7. –Creemos en la resurrección literal de Nuestro Señor Jesucristo que se efectuó al tercer día de su muerte, como lo relatan los evangelistas (Mat. 27:60-64; Mr.16:1-20; Lc.24:1-12; 36 - 44; Jn.20:12-20). Esta resurrección había sido anunciada por los profetas (Is.53:12) y es necesaria para nuestra Esperanza y justificación (Rom. 4:25; 1 Cor. 15:20-22).

RESURRECCION DE JUSTOS E INJUSTOS.
8. – Creemos que habrá una resurrección literal de los muertos en el Señor, en la cual serán cubiertos con un cuerpo glorificado y espiritual, con el cual vivirán para siempre en la presencia del Señor (Jn.5:29; Hch.24:15; 1Tes. 4:16; Job 19:25-27; Sal.17:15; 1 Cor. 15:35-54). Los cristianos que estén en pie en el momento en que el Señor recoja a su iglesia serán igualmente transformados y así irán a estar con el Señor por siempre en gloria (1 Tes. 4:18; 1Cor. 15:51-22).
Creemos también que habrá resurrección de injustos, pero estos despertaran del sueño de la tumba solo para ser juzgados y oír la dura sentencia que los hará herederos del fuego eterno (Mt.25:2; Jn. 5:29; Ap.20:12-15; Mr. 9:44; Dan. 12:2).

EL RECOGIMIENTO DE LA IGLESIA.
9. – Creemos que la iglesia, compuesta de los muertos en el Señor y los fieles que estén sobre la tierra en el momento del rapto, será levantada para ir a encontrar a su Señor en los aires y participar en las bodas del cordero. Después vendrá con el Señor a la tierra para hacer el juicio de las naciones y reinar con Cristo mil años. Este periodo será precedido por la gran tribulación y la batalla del Armagedón, a la cual dará fin el Señor cuando descienda sobre el monte de los olivos con todos sus santos (1 Tes. 4:13-17; 1Cor. 15:51-54; Rom. 11:25-27; Ap. 20:1-15; Fil.3:20-21; Is. 65:17-25; Dn.7:27; Zac.14:1-16; Mt.5:5).

EL JUICIO FINAL.
10. – Creemos que hay un juicio preparado en el cual participaran todos los hombres que hayan muerto sin Cristo y los que estén sobre la tierra en el tiempo de su verificación. Este juicio se efectuara al final del milenio y también se conoce con el nombre del juicio Del Trono Blanco. La iglesia no será juzgada en esta ocasión, si no que ella misma intervendrá en el juicio que se haga a todos los hombres de acuerdo con lo que está escrito en los libros que Dios tiene preparados. Al terminarse este juicio, los cielos y la tierra que hoy existen serán renovados por fuego y fieles habitaran en la nueva Jerusalén. La dispensación cristiana habrá terminado y entonces Dios volverá a hacer todas las cosas en todos (Dan. 7:8-10, 14-18; 1 Cor. 6:2-3; Rom. 2:16; 2Cor.5:10; Ap. 20:5-15; 21:1-8).

LA SANIDAD DIVINA.
11.- Creemos que Dios tiene poder para sanar todas nuestras dolencias físicas, si así es su voluntad y que la sanidad divina es un resultado del sacrificio de Cristo, pues el llevo nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores (Is.53:4). La sanidad del cuerpo se efectúa por una combinación de la fe del creyente y el poder del nombre de Jesucristo que se invoca sobre el enfermo. El Señor Jesucristo prometió que los que creyesen en su nombre pondrían las manos sobre los enfermos y estos sanarían (Mr.16:18). Los enfermos deben ser ungidos con aceite en el Nombre de Jesucristo por ministros ordenados para que el Señor cumpla sus promesas (Sal.103:1-4; Lc.9:1-3; 10:9; 1Cor.12:9; Stgo.5:14-16). Creemos que la sanidad divina se obtiene por la fe y que en caso que algún hermano tenga necesidad de someterse a los cuidados y ministraciones de la ciencia médica, los demás no deben criticarlo si no considerarse a sí mismos y guardarse de encontrar condenación con lo que ellos mismos aprueban. (Rom.14:22). Recomendamos que los miembros y ministros de nuestra iglesia se abstengan de lanzar criticas indebidas a la ciencia médica cuyos adelantos nadie puede negar y que se originan en la habilidad que Dios ha dado a los hombres para ir descubriendo los secretos del funcionamiento del organismo humano. Al mismo tiempo los exhortamos a que no se opongan a las campañas de higiene, vacunación y limpieza que sean iniciadas por el gobierno si no que por el contrario colaboren decididamente en los lugares donde sea posible.

LA SANTIDAD.
12.- Creemos que todos los miembros del cuerpo de Cristo deben ser santos, es decir, apartados del pecado y consagrados al servicio de Dios. Por esa razón deben abstenerse de toda clase de prácticas, diversiones e inmundicias de la carne y del espíritu (Lev. 19:2; 2Cor.7; Ef.5:26-27; 1Tes. 4:3-4; 2Tim.2:2; Heb.12:14; 1P.1:16).sin embargo en la práctica de la santidad, creemos que deben evitar-se toda clase de extremismos, ascetismo y privaciones que tiene cierta reputación de sabiduría, en culto voluntario y humilde y en duro trato de la carne, la cual es sombra de lo porvenir, más el cuerpo es de Cristo (Col.2:17-23). En lo que respecta a alimento, sabiendo que “todo lo que Dios creo es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado”(1Tim.4:4,5).

MATRIMONIO.
13.- Creemos que el matrimonio es sagrado pues fue establecido por el principio y es honroso en todos (Gn.2:21-24; Mt.19:1-5; Heb.13:4). Los matrimonios deben verificarse de acuerdo con las leyes de los países respectivos y luego solemnizarse en la iglesia según la práctica apropiada. Las parejas que no hayan legalizado su unión y deseen bautizarse, deben cumplir primeramente con los requisitos de las leyes civiles. Creemos que el matrimonio es una unión que debe perdurar mientras viven los cónyuges. Al morir uno de ellos el otro está libre para casarse y no peca si lo hace en el Señor. (Rom. 7:1-3; 1Cor. 7:39). Creemos, además que los matrimonios deben verificarse exclusivamente entre miembros fieles. Ningún ministro deberá casar a un miembro de la iglesia con una persona inconversa. Los miembros que estando en plena comunión se casaren con persona inconversa deberán ser juzgados por los pastores (2Cor.6:14). No se permitirá matrimonio entre dos personas que tengan parentesco familiar. La biblia tampoco aprueba el matrimonio entre dos hombres, el cual es vergonzoso y condenable (Rom.1:26-28; 1Cor.6:9). En cuanto al divorcio, la biblia enseña que solamente se puede dar por causa de inmoralidad sexual (Dt.24:1-2; Mt.19:7-9; Mr.10:2-9; Lc.16:18). Disuelto el matrimonio (por la causa anterior), podrá casarse con otra persona, siempre y cuando el hecho hubiere sido comprobado. En el caso de dos que ya están juntos y uno de ellos no es creyente; pero consiente en apoyar el matrimonio civil, el que es creyente podrá ser bautizado.

EL ESTADO Y LA IGLESIA.
14.- Creemos en la separación del estado y la iglesia y que ninguno debe intervenir en los asuntos íntimos del otro, pues aquí se cum-ple el precepto bíblico de dar lo que es de Cesar a Cesar y lo que es de Dios a Dios (Mt.12:17).los cristianos deben tomar participación en actividades cívicas de acuerdo con su capacidad e inclinaciones políticas, pero siempre reflejando sus ideas personales y no las de la iglesia, que siempre es neutral y tiene cabida para los hombres de todos los credos políticos. Al mismo tiempo, todos los cristianos deben obedecer a las autoridades civiles y todas las leyes y disposiciones que de ella emanen, siempre que no contradigan sus principios religiosos o los obliguen a hacer cosas en contra de su conciencia. (Rom.13:1-9).

SERVICIO MILITAR.
15.- La iglesia apostólica la fe en Cristo Jesús Monte Tabor, reconoce al gobierno humano como ordenación divina (Rom.13:1-2). Y al hacerlo a si ordena a sus miembros a que afirmen su lealtad a su patria. Siendo discípulos del Señor Jesucristo, es el deber de todo cristiano obedecer sus preceptos y mandamientos que enseñan como sigue: “No resistáis al mal” (Mt.5:39). “Tened paz con todos los hombres”. (Heb.12:14; Rom.12:18; Mt.26:52; Stgo.5:6; Ap.13:10). Por estas escrituras se cree y se interpreta que los seguidores de nuestro Señor Jesucristo no deben destruir propiedades ajenas o quitar vidas humanas antes bien temer a Dios y obedecer a las autoridades superiores las cuales son puestas por Dios. Se considera un pecado, que después de haber recibido el conocimiento de la verdad, haber sido perdonado de todos los pecados y siendo iluminados y haber sido hechos nueva criatura en Cristo Jesús, y participar en acciones o actos diferentes a aquellos recomendados por la divina palabra de Dios (Heb.6:4-9; 10:26-27). La doctrina enseña que se ore por que tengamos siempre hombres de Dios como gobernantes y orar por ellos para que tengan siempre guianza divina y para que como una nación, seamos guardados fuera de la guerra, con honor y vivir en paz continuamente. (1Tim.2:1-3).

PECADO DE MUERTE.
16.- Creemos a la luz de la palabra de Dios, que hay pecado de muerte y que si éste es cometido en los términos que expresa la misma biblia, se pierde el derecho de la salvación (Mt.12:31-32; Rom.6:28; Heb.10:26-27; Hch.5:3-4). Por tanto recomendamos que todos los fieles se abstengan de dar oídos a doctrinas falsas que prometen seguridad eterna al cristiano sin importar su conducta y la idea de que “Una vez salvo, Siempre Salvo”. Pues la biblia enseña que es posible ser reprobado y se necesita permanecer fiel hasta el fin. (Rom.2:6-10; Ap.2:10).

SISTEMA ECONOMICO DE LA IGLESIA.
17.- Creemos que el sistema que la biblia enseña para la obtención de fondos necesarios para el cumplimiento de la obra es el de diezmos y ofrendas y que debe ser practicado por ministros y creyentes miembros de iglesias. (Gn.28:22; Mal.3:8-10; Mt.23:23; Lc.6:38; Hch.11:27-30; 1Cor.9:3-14; 16:1-2; 2Cor.8:1-16). Sabiendo que la obra de Dios no tan solo tiene el aspecto espiritual, sino también el material, creemos que es necesario reglamentar la manera en que se adquieran y distribuyan los fondos necesarios para responder a las necesidades materiales de la obra.

EL CUERPO MINISTERIAL.
18.- Creemos que el ministerio es un llamamiento de Dios y que el Espíritu Santo confiere a cada ministro la facultad de servir a la iglesia en distintas capacidades y con distintos dones, cuyas manifestaciones son todas para edificación del cuerpo de Cristo. (Rom.12:6-8; 1Cor.12:5-11; Ef.4:11-12). Creemos también que, aunque el llamamiento al ministerio es de origen divino, la palabra de Dios contiene suficientes enseñanzas sobre los requisitos que debe llenar la persona que ha sido llamada a servir en el ministerio, y que corresponda a los gobiernos eclesiásticos debidamente organizados examinar a los candidatos al ministerio y determinar cuando son dignos de aprobación y la tarea a que se deban dedicar. (Hch.1:23-26; 6:1-3; 1Tim.3:1-10; 4:14-16; 5:22; Tito.1:5-9). Creemos además que el Espíritu Santo usa al ministro en distintas formas, según las necesidades de la obra de Dios y la capacidad y disposición personal del ministro. Nadie puede ser colocado en una posición más elevada que aquella a que se haga merecedor (1Tim.3:13; Rom.12:3).Creemos que el presbítero es el cargo más elevado en el ministerio y quienes lo ocupan, se les debe dar muestras especiales de consideración y respeto, sin menoscabo de los que ocupan posiciones de menor responsabilidad.

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